jueves, 18 de marzo de 2010

ÁNGEL DE LA GUARDA

Quisiera ser tu ángel de la guarda,
para protegerte como a ninguna, para ser tu dulce compañera,
tu mejor escudo y tu mayor amuleto.

Quisiera ser tu ángel de la guarda
para estar contigo en las buenas,
en las malas y las peores;
y simplemente hacerte compañía
para que nunca te sintieras sola
aunque no pudieras verme ni oírme.

Si yo fuera tu ángel de la guarda,
derramaría por las noches sobre tu almohada
rayos de luz de la luna para que iluminaran tus ilusiones,
y si fuera necesario te cuidaría hasta en tus sueños
para que las pesadillas no te alteraran ni te inquietaran,
y cuando te sintieras sola y te encontraras triste
yo misma te cantaría con el alma
con tal de que tu tristeza se alegrara.

No sólo quisiera:

¡Quiero y deseo ser tu ángel de la guarda!

Porque creo que yo sería la mejor
desempeñando ese papel en tu vida,
ya que te daría todos los días
una chispa divina para que tus jornadas estuvieran llenas de gloria.

Y como si ya lo fuera,
lo primero que haría sería agradecerle a Dios
por haberme dado esa gran oportunidad de ser en tu vida,
más que sólo una amiga,
más que sólo una compañera,
más que sólo un familiar,
ser tu ángel de la guarda.

Eso y más haría yo, si hubiera sido tu ángel de la guarda.

Autora: Viridiana Alejandra Lomeli García

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